martes, 31 de enero de 2012

La Libertad


Hola Amigos:

Después de este largo receso –porque mis ocupaciones durante el fin de año me absorbieron todo el tiempo- puedo por fin retornar a este blog que es uno de mis proyectos consentidos, y  tras ofrecerles disculpas por mi ausencia, aspiro a mantener la regularidad que había perdido. 

Gracias por los mensajes que permanentemente me enviaron solicitándome que reactivara VERBI-GRACIA. Espero que de nuevo se interesen por mis escritos y me hagan saber sus opiniones y comentarios, libremente, pero con respeto por las apreciaciones de los demás. 

Voy a comenzar con este texto sobre la libertad, porque ella ha servido para justificar todos los excesos de los déspotas, pero también en su nombre se han gestado las más grandes epopeyas de la humanidad.  Así que bienvenidos a esta segunda etapa.


LA LIBERTAD
Por: Néstor Armando Alzate

La libertad es una palabra tan manida y manipulada como el Amor. Ambas nacen del imperativo natural y social de convivir en armonía con el resto de la comunidad, porque la condición gregaria de la especia humana así lo impone, dado que sin el otro, es imposible sobrevivir; y en el caso de que se pudiera, no tendría sentido, pues la libertad por encima de cualquier consideración, vale la pena si se pone al servicio de todos, de lo contrario sólo es un sentimiento egoísta del que se prevale el individuo para hacer lo que le conviene en función de sus intereses personales, aunque afecte a la mayoría; y eso, se llama libertinaje. 

Y de esa confusión han nacido todas las disensiones, esclavitudes, guerras y genocidios; pues quien invoca la libertad como patente de corso para sojuzgar a los demás, legitima su acción arguyendo que lo que es bueno para él, tiene que serlo para los demás. Con razón clamó Madame Roland, en el momento de ser ejecutada durante la revolución francesa: ¡Oh libertad! ¡Cuántos crímenes se han cometido en tu nombre!

De ahí que la verdadera libertad, sólo puede identificarse con el desprendimiento, la generosidad y la entrega sin condiciones a una causa superior; esto tiene que ser más evidente, si se trata de los que son elegidos por el pueblo para orientar su destino, dado que en ellos están depositadas la justicia y la equidad soñadas por la especia humana desde siempre.

Por eso no importa que las palabras libertad y amor, de tanto manosearlas, se hayan devaluado; como ambas significan lo mismo, siguen sin perder su verdadero significado; pues al final de cuentas: ¡No puede existir la libertad sin amor, ni el amor sin libertad!

2 comentarios:

  1. Qué alegría tenerlo de nuevo por aquí Profe Néstor Armando, por supuesto que seguiremos sus escritos y los comentaremos también, es un honor para nosotros y personalmente para mí, que yo lo admiro mucho...
    Y sí, efectivamente, la libertad es algo innato al ser humano, el DRAE la define como la "Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos" y creo que la definición no es suficiente para entender y explicar todo lo que ello abarca, aunque muchas veces se ve confundida por el libre albedrío que es la "Potestad de obrar por reflexión y elección", pero lastimosamente, (como siempre sucede con los comportamientos humanos), están influidos por los sentimientos más humanos primero que la razón aunque debería ser ésta última como ley natural, la que domine la actuación, el comportamiento y el temperamento.
    Así entonces, la libertad ha sido aquella propiedad y derecho humano que a la postre es el que más conflictos ha creado y más sangre ha hecho correr pues el hombre, tristemente jamás dejará de imponerse sobre el otro, de "tener más" de estar por encima de sus congéneres, torpemente sin entender que toda la Vida que conocemos coexiste en un delicado balance, que obedecemos a las mismas leyes físicas, biológicas, universales y químicas y que hacemos parte del mismo Universo del que solamente somos "polvo de estrellas".

    Cordialmente,

    CHRISTIAN ENRÍQUEZ - Pasto, Nariño

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  2. Siento que estoy de acuerdo con su forma de ver las cosas con respecto a la existencia de una libertad con restricciones; pero no de un modelo de libertad impuesta y acomodada por otros, sino regida por un sentimiento sincero de máximo respeto por los demás.

    Por otra parte, quisiera conocer su opinión respecto de la eutanasia. Nuestra libertad nos dá el poder suficiente como para decidir sobre nuestras propias vidas?

    Espero haberme dado a entender. Profe Néstor, qué bueno tenerlo de vuelta.

    Carlos Gamboa

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Me gustaría que me ayudaran a construir todos los temas enriqueciéndolos con sus puntos de vista. En una sociedad tan dinámica como en la que vivimos, las opiniones por diferentes que sean, edifican y eso es lo importante.